Al atravesar las capas de la atmósfera, el agua de lluvia se carga de gas carbónico (CO2) y pasa a ser ligeramente ácida.
Esta agua ácida tiene la capacidad de disolver ciertas sales minerales, tales como las sales de calcio y magnésio, cuando atraviesa las diferentes capas del suelo.
Según la composición del suelo, el agua se cargara más o menos de bicarbonato de calcio y magnésio lo que determinará su dureza.
¿Cómo se clasifica la dureza del agua?
De acuerdo con la cantidad de elementos presentes en el agua, principalmente calcio y magnésio, se miden en granos por galón o en partes por millón (ppm).
Los estándares aceptados en E.U. se pueden expresar como se muestra en el cuadro:
Como referencia, la dureza del agua en Santiago de Chile, fluctúa entre los 90 y 500 ppm, lo que la clasifica entre medianamente dura y extremadamente dura.
El agua de comunas como Calera de Tango, Malloco, Talagante, Buin, Paine, Pirque, Colina, Batuco, Lampa, Maipú, etc., poseen una dureza que varia entre 170 y 500 ppm.
Generalmente, cuando el agua proviene de pozos, se puede esperar que tenga cantidades excesivas de calcio y magnesio, lo que dara como resultado un agua extremadamente dura.